Vamos un poco atrás, cerca de 1966. Cuando Eric Clapton lideraba Cream, sin duda un super grupo. Jack Bruce en el bajo, Ginger Baker en la batería… Nadie se imaginaría que estas personas tendrían la visión para crear un tipo completamente nuevo de música.
“Tuve conversaciones bastante grandiosas con Eric al principio de la banda, tratando de desarrollar una especia de filosofía musical”, recuerda Bruce.
El hecho es que antes de la desaparición de su Beano Burst, Clapton intentó usar otras Les Paul (una que le vendió Andy Summers de The Police) pero el lazo que tenía con la guitarra que le robaron no se repitió con esta. Fue en este momento cuando cayó en manos de Eric una Gibson SG del 64, vívidamente pintada por los pintores holandeses Simon Posthuma y Marijke Koger, que trabajaban bajo el nombre de “Colectivo The Fool”, de ahí el apodo que recibió la emblemática guitarra de Clapton en años posteriores.
Se habla de esta guitarra como la que definió el sonido de alta potencia de Cream, creo que no hay un buen fanático de Cream que escuche el riff de Sunshine of your y no recuerde la imagen de esta guitarra ahora conocida como The fool Guitar.
Micrófonos
Se conoció que las pastillas se modificaron de tal forma en que le habían quitado vueltas a las bobinas de las pastillas con la finalidad de obtener un sonido más agudo y hacerlas más “penetrantes”. Esta modificación se hizo para acomodar para acomodarla a la clase de amplificadores que usaba Cream en esa época.
Clapton terminaría regalándosela a su amigo George Harrison, este a su vez se la vendió al cantante Jackie Lomax y este a Todd Rundgren quien la modificó mucho más y la usó en vivo muchas veces.
Actualmente la guitarra pertenece a un coleccionista privado que la adquirió por más de medio millón de dólares.
